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Purgatori 2020
- Sku D00085
- Más en Vinos Tintos
- Bodega Torres
- Denominación Costers del Segre D.O.
- Meses de Crianza 16
- P.V.P. 30 - 50
- Variedades Garnatxa, Carinyena, Syrah
- País España
- Zona Geográfica Catalunya
- Variedad Principal Garnacha
- Elaboración Tradicional
- Recipiente Barrica
- Bodega. Torres
- Crianza Crianza
- Meses Crianza 12 - 23
- Añada 2020
- Graduación (%vol.) 14,5
- Graduación (% vol) 12 - 13
- Capacidad (cl.) 75
- Gvc 9,24
- Parker 92
- Peñín 93
Los vinos de finca (viñedo único) expresan la realidad del terruño, y por entre ello las características climatológicas específicas de cada añada. A nivel de meteorología, el año 2020 fue un año lluvioso en general, ya que durante el inicio del ciclo vegetativo las precipitaciones fueron constantes, y en cambio durante el verano se produjo un período de sequía intenso. En cuanto a las temperaturas, fueron suaves durante el ciclo vegetativo, pero con un ciclo de maduración un poco más cálido, dentro de la normalidad. Hay que destacar la helada que afectó a parte del viñedo en el mes de marzo, debido al inicio temprano de brotación que se había producido como consecuencia de las elevadas temperaturas de febrero. En total se registró una pluviometría total anual de 541 mm y la temperatura media anual fue de 14,5 ºC. En la añada 2020, la gran calidad de la garnacha de la finca de Purgatori hizo que en el coupage final esta variedad tenga una mayor presencia que en añadas anteriores. Siendo la segunda añada elaborada en la nueva bodega, el uso de los depósitos de cemento, así como la incorporación de barricas de 500 y 600 litros y fudres refinan todavía más la presencia de esa base especiada tan característica de este vino. Una añada que nos da como resultado un vino más fresco, goloso y hasta cierto punto algo más ligero, pero no exento de complejidad y representando fielmente el terroir del que procede, así como el buen hacer del enólogo David Barriche.
FICHA TÉCNICA
Tipo de vino: Tinto crianza
Variedades: Garnacha, Cariñena i Syrah.
Costers del Segre D.O.
Fermentación y crianza: 16 meses en barricas de roble.
Grado alcohólico: 14,5 % vol.
Tipos de suelo: Calcáreo
Pluviometría: 541 mm
NOTA DE CATA
Vista: Intenso y bello color cereza.
Nariz: Seductor aroma floral (rosa roja) y frutal (confitura de cerezas negras), con notas de especias (clavo) y un fondo riquísimo de olores propios del terruño mediterráneo (pino, algarroba, frutos secos).
Boca: Enérgico y cálido, acaba en un final más vibrante que largo.
MARIDAJE
Somos una familia de cinco generaciones dedicada al vino y a la vid. Celebramos la vida, cuidamos la tierra y transmitimos nuestro legado: esta es nuestra visión.
Desde nuestros inicios como bodegueros en el Penedès en 1870 –y como viticultores desde el siglo XVI–, hemos tenido la gran suerte de que cada generación ha sentido apego y amor por la tierra. La nuestra ha sido, y es, una vida entre viñedos, tejiendo una conexión indisociable con los paisajes del vino.
Los vinos que firmamos hoy con el nombre de Familia Torres conforman un mosaico integrado por propiedades en su mayoría históricas, vinculadas a la viticultura desde antaño. Sabemos que estas mismas tierras que trabajamos hoy fueron ya cultivadas hace cientos o miles de años. Nos sentimos afortunados y, al mismo tiempo, responsables de que estas viñas y estos paisajes continúen hablando a través de sus vinos. Vinos honestos y hedonistas, que realzan la singularidad de su origen y la elegancia. Las primeras referencias de nuestra familia como viticultores se remontan al 1559, pero no fue hasta 1870 cuando los hermanos Jaime y Miguel Torres Vendrell fundaron la bodega en Vilafranca del Penedès, con vocación exportadora.
Desde entonces, cada generación ha afrontado con éxito los retos que el contexto histórico y social le imponían y ha contribuido al desarrollo de la bodega familiar, aunando innovación y respeto por la tradición, con la firme voluntad de perdurar en el tiempo.
Primera generación. El comienzo de una gran aventura
Emigrado a Cuba en 1860, Jaime Torres Vendrell (1843-1904) hizo fortuna en la isla gracias al comercio marítimo y otras iniciativas empresariales antes de regresar a Cataluña para asociarse con Miguel (1832-1910), su hermano viticultor, y establecer una bodega en Vilafranca desde la que exportar vinos, primero a Cuba, y después a todo el continente americano. Así, en 1870 nacía ‘Casa Torres y Compañía, cosechero y exportadora de vino’ y al cabo de pocos años iniciaba su expansión.
Segunda generación. El arte de la destilación
En 1928, Juan Torres Casals (1865-1932), hijo de Miguel, empezó a producir brandis añejos criados en roble, suaves y aroma?ticos, a partir de una seleccio?n de los mejores vinos blancos del Penede?s, sentando las bases de una larga tradición consagrada al arte de la destilación.
Tercera generación. Emprendedor en tiempos de guerra
Su hijo y sucesor, Miguel Torres Carbó (1909-1991), debió afrontar el período más dramático en la historia de esta saga de bodegueros, cuando, en 1939, a pocos meses de finalizar la Guerra Civil española, la bodega familiar fue destruida durante los bombardeos que tenían como objetivo la vecina estación de tren de Vilafranca del Penedès. Torres Carbó no solo consiguió reconstruir las instalaciones en poco tiempo, sino que tuvo la certera decisión de comenzar a embotellar vinos que le permitió consolidar la marca Torres y expandirse por todo el mundo.
Cuarta generación. Espíritu innovador
Su hijo, Miguel Agustín Torres Riera (1941), se incorporó al negocio familiar en 1962 tras formarse en viticultura y enología en Francia para, desde una posición innovadora y atrevida, hacer de los vinos de Familia Torres un paradigma de calidad, respeto por la tierra y vanguardia enológica.
A mediados de los años sesenta, introdujo variedades francesas que dieron origen a vinos como Mas La Plana (DO Penedès), el cabernet sauvignon que se impuso en las Olimpiadas del Vino de París en 1979 con su primera añada, o Milmanda (DO Conca de Barberà), considerado uno de los mejores chardonnays españoles. Pero también contribuyó a la recuperación del patrimonio vitivinícola catalán con el rescate de variedades ancestrales a partir de los años ochenta, un proyecto que tendría como primer exponente otro de nuestros vinos más emblemáticos: Grans Muralles (DO Conca de Barberà).
Bajo su dirección, iniciamos la expansión internacional con proyectos vitivinícolas en Chile (1979) y California (1982), este último liderado por su hermana Marimar Torres, y ampliamos nuestros viñedos desde el convencimiento de que cuanto más cuidamos la tierra mejores vinos conseguimos. A partir del 2008, conscientes de los efectos que el calentamiento global empezaba a tener en la viña, intensificamos nuestro compromiso ambiental con la implementación del programa Torres & Earth para reducir nuestra huella de carbono y adaptarnos a la nueva realidad climática.
Quinta generación. Más allá de la sostenibilidad
A finales de los años noventa, los hijos de Miguel A. Torres, Miguel y Mireia, representantes de la quinta generación, lideraron nuevos proyectos vitivinícolas en las regiones catalanas del Priorat y Costers del Segre y en las denominadas cuatro ‘Rs’, Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Rías Baixas, ya en el nuevo milenio.
A partir de 2012, relevaron a su padre en la dirección de Familia Torres: Miguel Torres Maczassek (1974) como director general y Mireia Torres Maczassek (1969) como directora de Innovación y Conocimiento. Continuadores del legado familiar, focalizan su labor en la elaboración de vinos singulares procedentes de viñedos y fincas históricas e impulsan con fuerza el proyecto de recuperación de variedades ancestrales para cristalizarlo en vinos que puedan llegar al mercado. De entre los últimos proyectos, destacan Mas de la Rosa (DOQ Priorat), Purgatori (DO Costers del Segre) y Forcada (DO Penedès), nuestro primer vino monovarietal elaborado con una variedad ancestral recuperada del olvido.
Fomentamos la innovación e investigación bajo el constante desafío que para la viticultura supone la emergencia climática. Somos pioneros en la adopción de la viticultura regenerativa para llevar la lucha contra el cambio climático un paso más allá, maximizando el potencial de los viñedos como sumideros de carbono con un modelo vitícola que no solo permite capturar mayor cantidad de CO2 atmosférico, sino que ayuda a recuperar la fertilidad natural de los suelos, reduce la erosión y fomenta la biodiversidad. El objetivo de convertirse en una bodega de emisiones cero antes del 2040 es tan ambicioso como necesario para la continuidad de Familia Torres y la preservación de los paisajes del vino.
Guía Peñín: 2023 93/100
Guia de vins de Catalunya: 2023 9,24/10
Robert Parker: 2023 92/100